Wednesday, April 12, 2006

Corría un airecillo templado que presagiaba días de tormenta. Así empezó todo.
El viento se llevaba el humo y las palabras de los fumadores tranquilos en la cubierta del transbordador que cruza el estrecho del Bósforo. Las gaviotas, guardafronteras milenarias de las costas, acompañaban el trayecto atentas a los trozos de roscas y pan que lanzaban los pasajeros. A una distancia prudencial, antes de volver a sus garitas de vigilancia, se sentaban a reposar en las olas que mecen calmadas la vida de los pescadores.

El extranjero llegó a la parte asiática de Estambul y tomó el autobús que le llevaría a una tierra de fantasías naturales, donde cada historia está escrita en forma de rocas caprichosas, grutas inverosímiles y cavernas troglodíticas, como un gallardo envite a las más elementales normas del equilibrio y de la historia. Nuestro protagonista se embarcaba en un viaje hacia la tierra de Capadocia.

1 comment:

Nersa Roa de Alvarez said...

Andrés estoy revisando tus blogs y me encantaron quise colocar un comentario en"RAMADAM" y fue imposible creo que la configuración no esta bien realizada, Tus blogs estan muy interesantes , luego vuelvo para dedicarte un tiempito y revisar mejor. Nersa Venezuela